11 Feb Infusión de chocolate
Hace poco una seguidora de instagram me escribió diciéndome que después de comer le apetecía siempre muchísimo tomar algo dulce y me preguntaba si sabía el motivo y lo qué podía hacer al respecto.
Si me lo hubiera preguntado hace diez años cuando estaba súper metida en la macrobiótica, le hubiera dicho que seguramente la razón es porque su plato no está “bien” equilibrado, porque su comida contiene mucha sal, o porque en su plato faltan carbohidratos complejos de calidad (cereal integral).
Pero sinceramente, ya no me creo todo eso.
Y de hecho, esa es una de las razones por las que poco a poco me fui alejando más y más de la macrobiótica, porque considero que se dicen muchas verdades como puños que, en mi caso, por ejemplo, he comprobado que no son ciertas.
Y es que, la alimentación no lo es todo para nada. Si es cierto que una alimentación saludable natural y basada en alimentos de origen vegetal te va a aportar unos muy buenos cimientos, pero no nos podemos olvidar jamás del impacto que tienen los pensamientos, las creencias y las emociones en nuestra vida.
Te lo digo porque puede haber trescientas cuarenta y ocho mil razones por las que te apetezca chocolate o algo dulce después de comer, y yo desde luego, que no soy absolutamente nadie para decirte el motivo de por qué A TI te apetece.
No lo soy porque no estoy en tu mente y porque no tengo ni idea de por lo que estás pasando, y de hecho, nunca lo podré saber. La respuesta la tienes tú y solo tú, cuando te sientes en silencio contigo mismo/a, medites sobre ello y observes lo que sucede y ocurre a tu alrededor cuando te crees tus pensamientos.
Y además, ¿sabes qué? ¿Por qué tiene que ser “malo” que te apetezca algo dulce después de comer? ¿Por qué tenemos la sensación de que hay algo que corregir o algo que está mal? ¿Quién dice que tomarse una onza de chocolate después de comer no está bien?
Todas estas preguntas y creencias vale mucho pero que mucho la pena cuestionárselas :)
Sin embargo, hay una cosa con la que creo que si te puedo ayudar (de momento) y es con poner un parche a la situación mientras indagas dentro de ti mismo/a, y mientras descubres si es algo con lo que quieres hacer algo al respecto o no.
Una cosa que a mi me funciona de maravilla es hacerme, después de comer, esta Infusión de chocolate a la taza. Se trata de una infusión con distintas especias, un poco de cacao y endulzada con sirope de arroz, que te digo yo que viene de maravilla.
Tabla de Contenidos
Receta de infusión de chocolate a la taza
Ingredientes:
· Leche de arroz: 2 tazas (500 ml)
· Canela: 1 rama
· Jengibre: 2 cm cortado en rodajas
· Cardamomo: 5 vainas abiertas
· Pimienta: pizca
· Clavo
· Nuez moscada
· Vainilla
· Sal
· Cacao en polvo
· Sirope de arroz: 3 c.s
· Mantequilla de almendra: 3 c.s
Cómo hacer infusión de chocolate a la taza
1.Disponer la leche de arroz, la canela, el jengibre, el cardamomo, la pimienta, el clavo, la nuez moscada, la vainilla y la sal en un cazo. Llevar a ebullición, bajar el fuego a mínimo y hervir durante 10 minutos. Pasado este tiempo colar todas las especias.
2.Disponer el líquido en un cazo, volver a calentar, añadir el cacao en polvo, el sirope de arroz y la mantequilla de almendra y remover muy bien durante 3 minutos hasta que todos los ingredientes queden bien disueltos.
3.Disponer la mezcla en una batidora de vaso y batir hasta obtener una buena espuma. Servir bien caliente en dos tazas y espolvorear con canela o cacao en polvo.
Ya sabes que te dejo la receta en PDF de la infusión de chocolate a la taza pinchando en el botón de arriba para que te la puedas descargar, y la tengas guardadita en tu ordenador.
A mí ya te digo que me viene como mano de santo —como quien dice— y de corazón espero que a ti también te venga genial :)
Antes de irte, cuéntame en los comentarios una cosa, ¿a ti también te suele apetecer algo dulce después de comer? ¿tú también crees que es algo malo que hay que corregir y con lo que te has fustigado los últimos años?
Te mando un fortísimo abrazo,
Tu chef de cocina sana, natural y energética
Lara Gallego
Publicado el 18:39h, 02 abrilMuchas gracias! No me refería a la espumita, que en el vídeo sí aparece como sacarla, sino a la decoración de la foto. En otro comentario decíais que era nata de arroz y que se vendía en briks, es lo que yo he comprado y al echarlo sobre la infusión (batida y con su espumita) no se queda montada sobre ella, sino que desciende al fondo del vaso porque la consistencia de la nata de arroz del brik es densa y pesa, por eso preguntaba que cómo se podía conseguir la decoración de la imagen.
Un abrazo,
Isabel - equipo venusanz
Publicado el 12:02h, 04 abrilPuedes montar nata de coco y añadirla por encima. Para ello tienes que enfriar la lata de coco durante 24 horas, y separar la parte sólida. La montas con las varillas como si fuera nata y puedes servirla encima del batido ;)
Lara Gallego
Publicado el 22:06h, 31 marzoHola! Cómo se consigue la textura de la nata de arroz? Hay que montarla? Lo pregunto porque he comprado un brik pequeño de nata de arroz y es bastante liguido como para que se quede sobre la infusión. En la foto tiene aspecto de nata montada.
Un abrazo,
Isabel - equipo venusanz
Publicado el 15:06h, 02 abril¡Hola Lara! Puedes ver en el vídeo como se consigue, lo que se hace es batir con un procesador la mezcla de chocolate con nata, esto hará que emulsione la parte grasa con el líquido y tendrás una espuma como se puede ver en el vídeo. :)
Lara Gallego
Publicado el 11:49h, 31 marzoSi lo haces con agua también sake espuma al batirlo o sólo sale la espumita si lo haces con leche vegetal? En cuanto a la decoración, la nata de arroz hay que montarla o se pone directamente del brik?
Isabel - equipo venusanz
Publicado el 15:05h, 02 abril¡Hola Lara! Con agua no te saldrá esta espuma porque lo que la genera es la grasa de la nata vegetal. Si lo bates, te saldrá una espuma muy inestable no como la de la nata. ¡Un abrazo!
Marisu
Publicado el 17:14h, 17 febreroMuchas gracias por responder. Hoy lo he preparado con leche de avellanas y mantequilla de cacahuete, pues era lo que tenía en casa. Estaba increíblemente irresistible, no podía parar de tomarlo, casi me tomo el medio litro yo sola. Animo a todo el mundo a hacer esta receta. Venus te estoy muy agradecida por compartir tus recetas
Marisu
Publicado el 00:17h, 13 febreroMuchísimas gracias por tu receta, tengo una duda, en el vídeo aparecen los ingredientes y hablas que el chocolate lleva mantequilla de avellanas y en la receta escrita pone mantequilla de Almendras . Cual de las dos es?
Laura Gonzalez
Publicado el 07:59h, 13 febrero¡Hola Marisu! Ambas opciones te sirven pero informo de la errata. ¡Gracias! Un abrazo
Lorena
Publicado el 18:41h, 12 febreroSi a mi también me apetece casi siempre algo dulce después de comer, y como tú dices estado tiempo investigando el porque, pero hay muchos tipos de respuestas a eso distintas.
Ana
Publicado el 08:45h, 12 febreroUna duda, la parte blanca de arriba qué es?
Y la mantequilla de almendras cómo se hace?se puede sustituir por otra cosa?
Gracias!
Laura Gonzalez
Publicado el 08:08h, 13 febrero¡Hola Ana! La parte de arriba es una decoración, es opcional, pero puedes emplear nata de arroz, la puedes comprar preparada,viene en bricks pequeños. Puedes incluso mezclara con mantequilla de almendra blanca y endulzar, o incluso poner canela,pero como te digo aquí entra en juego la creatividad de cada uno ;) Para hacer la crema de un fruto seco, cualquiera, sólo tendrías que tostar ligeramente en el horno el fruto seco en cuestión y triturarlo en la batidora hasta que suelte todo su aceite y quede bien cremoso y sin grumos. Si haces esto te recomiendo que la hagas con medio kilo de fruto seco como mínimo, para que las cuchillas puedan triturar mucho mejor y te quede una pasta bien fina y sin grumos. Puedes hacerla en casa con una batidora muy potente. Si la haces en casa, la puedes hacer con frutos secos crudos o tostados, aunque tostados sueltan mejor el aceite…Siempre compra los frutos secos a granel, ya que salen mucho más baratos. Necesitarás hacerla con mucha cantidad de frutos secos.Después la conservas en un tarro de cristal. En verano recomendamos refrigerarlo ya que las grasas se enrancian con mucha facilidad en contacto con la luz y el calor. Un abrazo
María Pilar
Publicado el 16:39h, 11 febreroA mí no me pasa pero me lo guardo para cuando me apetezca beberme algo caliente que tiene buena pinta
Celia Gomez
Publicado el 16:23h, 11 febreroMuy buenas recetas y augerencias
Benayga
Publicado el 13:43h, 12 febreroA mí me pasó con la dieta crudivegana, disociada y con los fermentos.. pensaba que era todo sanísimo pero como dice mi psicóloga: todo pensamiento llevado al extremo es esclavitud. Mi resultado fue que bajé 25 kilos, me quedé esquelética, no difería nada… Gracias a profesionales he ido mejorando pero ha sí un proceso de años. Recomiendo que no se obsesiones, hay que comer sano sí pero sin volverse loco… Gracias Venu por tus palabras.
Encarna
Publicado el 16:02h, 11 febreroHola Venu.
Yo no me considero fiel a la macrobiótica, pero la conozco bastante bien.
No considero incompatible el efecto que los alimentos puedan tener en tu organismo con que las emociones sean más importantes a la hora de condicionarnos. Por supuesto que las emociones están por encima de la mera fisiología, pero no deja de ser una verdad como un puño, según yo pienso, que una forma de comer equilibrada y con el sabor dulce natural bien integrado, nos lleva menos a buscar un dulce al final de una comida. Comprobado.
No soy macrobiótica, pero para mí todavía tiene muchas verdades con fundamento, la verdad. Y que son compatibles con la forma de comer que hoy necesitamos, más dinámica, más abierta, más “fresca”, pero sin caer en tendencias actuales que, en mi opinión, carecen de fundamento (aunque parezcan muy güais), y se pasan con lo “fresco” (demasiado coco, demasiado aguacate, demasiado crudo…). A fin de cuentas, la verdadera esencia de la macrobiótica es esa búsqueda constante de la armonía, del centro, del término medio. Falla en que se escora siempre hacia lo más Yang, contractivo, salado, cocinado; pero la solución no está en el otro extremo, desde luego.
Saludos cordiales
María José
Publicado el 13:57h, 11 febreroMuchísimas gracias por tu trabajo maravilloso! Y diserte que en breve haré cursos tuyos . Ahora mismo estoy muy ocupada.
Rosa Foix
Publicado el 10:49h, 11 febreroTiene que estar rico rico ya que sin chocolate y especies mi vida estaria desmayada. Mil gracias por tus recetas y consejos.
Silvia
Publicado el 10:15h, 11 febreroMe gustaría aprender a hacer fiambres y loncheados
Tess
Publicado el 09:38h, 11 febreroSí, a mí tambièn me pasa.. creo que es por una alimentación basada en mucho jidrato de carbono, recompensa inmediata.
Lo cierto es que hay que tener cuidado con las leches vegetales porque contienen antinutrientes ya que se hacen con el agua de los cereales, arroz, avena y producen bastantes caries sobre todo en los niños.
El ácido fítico, presente en semillas, cereales, legumbres y tubérculos (principalmente en las cáscaras o salvado); es un gran problema en la nutrición, ya que barre el calcio, magnesio, hierro, cobre y principalmente zinc del organismo.
Es mejor tomarlos fermentados y es por este motivo por el que se han de dejar en remojo por los menos 10 horas con un chorrito de vinagre. Yo ya no les doy leches vegetales a los niñ@s.
Los dentistas holísticos también lo advierten. Informaos.
Un saludo
Brigit
Publicado el 09:10h, 11 febreroHola Venu.
Antes de nada agradecerte tu generosidad por compartirnos la receta.
Yo soy de las que tengo una necesidad urgente y notoria de tomar dulce después de comer, básicamente después de la comida del mediodía. Tengo la sensación como si lo que he comido no me saciara, como si no fuera suficiente. Y créeme mi plato ha sido màs que suficiente, pero no me siento “satisfecha”
Si a ello unes que mi peso son 88 kg y mi altura es 1,65 cm, es decir, que tengo exceso de peso, hace que tenga una contradicción conmigo misma puesto que “no debo de comerlo” ya que así voy a engordar más en lugar de perder peso. Y así, siempre.
Voy a probar la infusión de chocolate. Parece riquísima….!!!!
Te mando un fuerte abrazo.
Brígit